Me encanta cuando hay amigas que hacen regalos tan espléndidos como el que le hicieron a Silvia.
Quedamos un día entre semana por la tarde, primero empezamos la sesión de fotos con Pablo el recién nacido de la casa, con tan sólo un mes de vida y ya estaba súper despierto, como se nota que es el tercero… pero en cuánto llegaron sus dos hermanos estaba como más contento, percibía que estaban allí. Llegaban del colegio, muy contentos y acalorados así que decidimos ponerlos a todos sin ropa para la foto.
Me encanto la habitación de Silvia, el cabecero de su cama daba mucho juego para las fotos de familia y luego ella me dejo revolver toda su cama y ponerla patas arriba, los niños estaban encantados, podían ponerse de pie, saltar, esconderse entre las sábanas, por un día estaba permitido hacer todo lo prohibido y eso gusta mucho a todos los niños.
Y entre risas y juegos salieron estas fotos de familia













